Las plantas son la fuente del oxígeno que respiramos y de la mayoría de los alimentos que consumimos, pero como todo ser vivo, a veces sufren enfermedades y plagas; y es a través de la investigación que se generan conocimientos que promueven un manejo fitosanitario y nutricional seguro para la salud humana y animal, en forma amigable con el medio ambiente. Una de las estrategias para cuidar la salud de los árboles frutales como el manzano, duraznero, ciruelo, peral y membrillo, es el llamado “manejo regional de plagas”, que tiene como objetivo disminuir el uso de insecticidas en un alto porcentaje de los predios. Esta estrategia que llevan adelante INIA, MGAP y FAGRO junto a un número importante de productores, permite mejorar la competitividad de nuestra fruta en los mercados internacionales, por una menor presencia de residuos de plaguicidas y por la disminución a niveles cercanos a “cero” de plagas cuarentenarias como Carpocapsa.