El cultivo de tomate (Solanum lycopersicum L.) es el segundo más importante a nivel nacional después del cultivo de papa, considerando el volumen y el valor bruto de producción. Actualmente el 20% de lo producido se destina a la industria, abasteciendo en parte al complejo agroindustrial más importante a nivel nacional dentro del sector hortícola. Los principales productos industriales a nivel local son el tomate triturado y la pulpa tamizada.
El cultivo para industria se produce a campo con cultivares de crecimiento determinado. La zona sur, dentro de los departamentos de Canelones, San José y Montevideo, es la que concentra el mayor número de productores e industrias. En la zona norte (Salto, Artigas y Paysandú) el rubro está menos difundido, aunque existen experiencias de productores abasteciendo industrias locales. Los rendimientos son variables y muy dependientes del ambiente (efecto año) y el sistema productivo.
En el año 2005 INIA comenzó un proyecto de mejoramiento genético que tuvo como objetivo desarrollar variedades para industria mejor adaptadas a las condiciones locales. En el comienzo de este proceso se buscó complementar algunas limitantes en calidad de fruta del cultivar argentino ‘Loica INTA’ (origen INTA, 1973), basándose en su buena estabilidad productiva para las condiciones locales. En el año 2011 se liberaron los primeros dos cultivares nacionales en este rubro.
(Ing. Agr. MCs. Matías González; Ing. Agr. Dr. Gustavo Giménez. Extraído del Catálogo de Cultivares Hortícolas INIA).