En Uruguay, las condiciones climáticas permiten cultivar papa durante dos épocas principales: otoño y primavera. Estos periodos favorables para el cultivo no superan los 4 meses, limitados por la ocurrencia de heladas. El desarrollo de material genético local, adaptado a nuestras condiciones agroecológicas, y con buena resistencia a problemas sanitarios, ha permitido mejorar la estabilidad productiva y calidad del cultivo.