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09/04/2014
INIA Tacuarembó

10/10/2013 Ganadería del norte para el siglo XXI

 

Más de 700 personas de Uruguay, Argentina, Brasil y Estados Unidos participaron en la jornada “Ganadería del Norte para el siglo XXI”, actividad organizada por INIA el pasado 10 de octubre  con el objetivo de reflexionar acerca de la productividad del sector. Los temas abordados fueron:oportunidades en los mercados de la lana y la carne; disponibilidad de tecnologías para el salto productivo de la ganadería semi-extensiva; desafíos para la ganadería en el nuevo modelo agrícola y sinergias entre agricultura, forestación y ganadería.  

La jornada se desarrolló en la Estación Experimental de INIA Tacuarembó con la presencia de aproximadamente 300 participantes.  La misma se transmitió en simultáneo por Internet a través de la página web institucional y por videoconferencia en los anfiteatros de las Estaciones Experimentales de INIA:Salto Grande, La Estanzuela, Treinta y Tres, Las Brujas y Dirección Nacional en Montevideo.

En la apertura de la actividad el Ing. Agr. Gustavo Ferreira, Director de la Estación Experimental de Tacuarembó,  destacó la importancia de la articulación institucional en lo que fue el proceso de planificación de la actividad, aspecto que permitió contar con “una visión compartida sobre el crecimiento del sector con el aporte de diferentes vertientes”. Ferreira planteó, además, las potenciales sinergias que se pueden lograr entre ganadería, agricultura y forestación considerando el importante crecimiento en la región que han experimentado estos  dos últimos rubros de producción.

El Ing. Agr. José Silva, Director Nacional de INIA, mencionó que el ciclo de actividades  “DESTACADOS” se enmarcó en una definición política del Instituto con la expectativa que el conocimiento que se genere y/o adapte por INIA sea de rápido y fácil acceso para los tomadores de decisiones de sistemas productivos estratégicos. A su vez, remarcó el importante crecimiento productivo que se ha verificado en los últimos años en el área de influencia de la Regional Tacuarembó y cómo la Estación Experimental ha acompañado este crecimiento. Silva, también se refirió a la importancia en la convergencia de diferentes instituciones en la construcción colectiva hacia la innovación en el negocio ganadero con el aporte de la tecnología como factor de competitividad.

La apertura de las exposiciones estuvo a cargo de Goetz Giebel, Director de Compras de Südwolle Group, una importante corporación lanera europea que integra diversas compañías relacionadas al diseño de textiles y se presenta como el mayor fabricante de hilados del mundo. Giebel en su presentación destacó que  “vender lana no es suficiente, hay que invertir en diferenciar el producto. Actualmente la lana constituye apenas el 1% de las fibras utilizadas en la industria textil. Pero como fibra natural tiene un valor intrínseco a preservar, la satisfacción con las necesidades y objetivos de los consumidores, cuidando la preservación del ambiente.” En este sentido, el expositor mencionó que la empresa a la que pertenece tiene regulaciones ecológicas muy fuertes, siendo permanentemente auditada. En cuanto a las perspectivas del negocio lanero, Giebel destacó que “se presenta promisorio ante el crecimiento sostenido de la población mundial y el aumento del poder adquisitivo de la misma. Considerando la disminución de un 30% del stock ovino en el mundo en los últimos 30 años, el foco actual es la calidad. Aparece una gran oportunidad para la lana como textil por ser una fibra sustentable, pero que debe adaptarse a las demandas; el desafío es desarrollar una estrategia de marketing orientada a determinados sectores del mercado, con información funcional a sus demandas, con un producto trazable”.

Nils Beaumond, Asesor de 42 (consultora europea de estudios estratégicos y prospectivos del sector agroalimentario), disertó sobre las perspectivas de la carne vacuna en el comercio mundial. Beaumond enfatizó que:“El consumo de la carne vacuna va a seguir creciendo consistentemente, la población mundial llegará a 9,6 mil millones de habitantes para el 2050, con importante expansión de China, Oriente medio y el norte de África, lugares en los que no hay posibilidades de incrementar la producción y en los cuales seguramente va a incrementarse el consumo de proteína animal”. Si bien las carnes de cerdo y de pollo continuarán creciendo en el mercado por un tema de precios, el posicionamiento de la carne vacuna se seguirá solidificando. En este sentido, el expositor realizó un recuento de las fuerzas clave para el cambio; entre los factores auspiciosos nombró el aumento de la población y la segmentación del mercado, lo que abre mejores perspectivas para un país como Uruguay; destacó, además, el consistente crecimiento del mercado asiático, crecimiento que hoy mueve el eje de la economía mundial:“En 2030 el 65% de la clase media mundial estará en Asia, lo que significará un fuerte impacto en los flujos comerciales”.  Entre los factores negativos que habrá que superar, Beaumond se refirió al  aumento de los costos de producción (entre ellos, el costo de mano de obra y energía), a los problemas sanitarios, a la crisis financiera, y al precio relativo de la carne vacuna frente a otras carnes, aspectos todos ellos que pueden repercutir en cómo mantener la competitividad. El desafío es aumentar la producción reduciendo costos unitarios, en ese sentido, la intensificación a través de la suplementación se seguirá incrementando. “Habrá que trabajar para dar información consistente al consumidor:aspectos de salud animal y aportes de la carne a la nutrición, calidad del producto, bienestar animal y cuidado del ambiente serán claves para posicionarse en mercados de alto poder adquisitivo”, afirmó. Hoy la carne uruguaya tiene una imagen positiva como producto natural:“La imagen es una característica básica que se debe trabajar permanentemente pues hace a la confiabilidad en el producto”, comentó Beaumond; además, aseguró que es importante  destinar recursos crecientes en estrategias de marketing para promover los productos cárnicos (ovinos y bovinos); en ese contexto la trazabilidad, si bien necesariamente no implica mejores precios,  ayuda al posicionamiento del producto y puede ser un factor excluyente en nichos de mercado de alto valor.

El Ing. Agr. Fabio Montossi, Director del Programa Nacional de Investigación en Producción de Carne y Lana de INIA, caracterizó el escenario en el que se desarrollará la ganadería en los próximos años. Montossi, consideró que aspectos como una mayor intensificación de la producción, una menor cantidad de productores con una mayor edad promedio, una menor disponibilidad de mano de obra y la creciente concentración de la producción ganadera en áreas marginales frente a  la competencia de otros rubros, son algunos de los factores que marcarán la ganadería del futuro. El Director de Programa, además, informó acerca de la disponibilidad de tecnologías con las que cuenta actualmente el productor ganadero para mejorar los niveles de producción y mejorar su competitividad; mencionó el ejemplo de Australia y Nueva Zelandia, países en los que se redujo el stock ovino pero aumentó la producción de carne:más kilogramos de carne ovina y más prolificidad, con tasas de destete de 126%. “La base de la competitividad del sector ovino ha sido el aumento en la producción de carne y lana de alta calidad”, en este sentido, la finura de la lana es determinante en el ingreso. Montossi, afirmó que el aumento en la producción del volumen de lana fina ha sido consistente y creciente; mencionó los avances en el desarrollo del Proyecto Merino Fino del Uruguay y la concreción del Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas a partir del año 2010. Esta última iniciativa se presenta como una nueva opción para los sistemas de producción ovina en suelos marginales generando un nuevo negocio en este sector. Por su lado, la raza Merino Dohne, dijo, puede ser una muy buena alternativa para combinar en esquemas ovinos la producción de carne con lana de calidad. El cruzamiento con majadas de base Corriedale permite aumentar el peso de los animales con mejor conformación y proporción de cortes valiosos y un menor diámetro de lana. Entre otras alternativas, Montossi destacó que el uso de razas prolíficas en cruzamiento con razas carniceras permitiría al menos duplicar la producción de carne y tener impactos aún mayores en los predios ganaderos  con respecto a las razas tradicionales.   

En cuanto a los sistemas con énfasis en producción de cría vacuna el aumento de la preñez implica mayor producción y mejores ingresos.  Señaló:“El foco debe estar en la mejora productiva y en el ingreso de los sistemas mediante la intensificación y el agregado de valor a nivel de producto mediante su diferenciación en su calidad “intrínseca” (producto) e extrínseca (proceso de producción). El manejo de la dotación, el uso estratégico de mejoramientos forrajeros y la suplementación son vías concretas para aumentar la producción y el ingreso:“Producir un kilogramo de ternero cuesta más de U$S 2 con bajos niveles productivos (65% de procreo, entore a los 3 años) y al intensificar la producción se reducen los costos unitarios”.  Al comparar los sistemas de cría y ciclo completo, Montossi argumentó que si bien el valor del kilogramo de ternero es 40% mayor que el del novillo, no hay diferencia de ingreso entre un sistema de cría y otro de ciclo completo. Si disminuye esa relación, con iguales recursos, a través del ciclo completo se consigue un mejor resultado económico. A su vez, destacó la importante diferencia en el ingreso que supone en los sistemas ganaderos la posibilidad de vender las vacas de descarte gordas frente a la alternativa de vender vacas para invernar.

Otras tecnologías mencionadas fueron el riego y la genética. El riego, dijo Montossi, es una opción que permite mejorar y estabilizar la productividad de las áreas mejoradas, manejándolas como áreas estratégicas que impactan en la productividad de todo el sistema y duplican el ingreso del mismo. En ese sentido, el uso de pequeñas superficies con rotaciones forrajeras (maíz, avena y sorgo forrajero) con riego permitiría una importante acumulación de reservas (grano y/o heno) y de aumento de la productividad vía pastoreo directo. Por su parte, la genética mediante el uso de herramientas de selección (incluyendo la selección genómica), permitirá de futuro mejorar la eficiencia de conversión de alimento en carne y la calidad de la canal y la carne.

Otro factor de competitividad mencionado fue la necesidad de certificar procesos, el trabajo en la generación y posicionamiento de las marcas, el etiquetado de productos para fortalecer la diferenciación de los mismos, entre otros elementos estratégicos vinculados al marketing y la comunicación que favorecen la promoción de los productos y su calidad.

Gustavo Ferreira, Director de la Estación Experimental de Tacuarembó, disertó sobre “Agro forestación:Construyendo sinergias y oportunidades”, presentación elaborada en conjunto con el Ing. Agr. Juan Pedro Posse, Gerente de Tecnología Forestal de Weyerhaeuser Uruguay. En su presentación, Ferreira destacó que desde el punto de vista de captación de ingresos, las tres cadenas productivas (carne, forestal y agrícola) se han vuelto clave para la economía del país. En este sentido, si la preocupación hoy es la construcción de competitividad sistémica sostenible, es necesario tener en cuenta en el proceso de toma de decisiones los plazos de los distintos actores involucrados en las cadenas productivas dado que estos procesos presentan márgenes brutos relativos a la rentabilidad de corto plazo. Ferreira planteó además que, para avanzar hacia la construcción de sistemas sostenibles se debe dar una fuerte complementación entre la producción de bienes públicos y privados apuntando a una sostenibilidad en el largo plazo que tienda a lograr  un equilibrio entre las externalidades positivas y negativas de estos sistemas productivos.

La sostenibilidad es un nuevo paradigma que requiere de un nuevo posicionamiento en la toma de decisiones donde se haga hincapié en la búsqueda de las sinergias productivas entre las distintas actividades pasando de un esquema de competencia entre rubros a uno de complementación en el largo plazo. A efectos de plantear las sinergias entre los sistemas agroforestales, se presentaron algunos de los resultados del proyecto Regional de Agro-forestación que llevaron adelante Weyerhaeuser, La Sociedad de Fomento Rural “Basalto Ruta 31” e INIA en asociación con otras instituciones como Facultad de Veterinaria y el Instituto Plan Agropecuario.

De este trabajo surgen evidencias claras de las sinergias que se pueden establecer entre los distintos componentes del sistema agroforestal, en particular midiendo no solamente los productos con valor económico de estos sistemas sino también aspectos como la macro-fauna, micro-fauna, biodiversidad, corredores biológicos, propiedades de los suelos y las pasturas asociados a dos micro-cuencas apareadas, una plantada con Pinnus Taeda y la otra solo con campo natural. De los estudios presentados surge que existen sinergias entre la producción ganadera y forestal, tanto a nivel productivo como ambiental. Por otra parte, el establecimiento de un vínculo formal de pequeños y medianos productores de basalto con las empresas forestales representa una complementación productiva que permite hacer una mejor recría en campos de arena de las empresas.

Finalmente, el Director Regional de INIA Tacuarembó, recalcó la necesidad de seguir investigando en la temática; es necesario desarrollar mejores modelos de manejo de plantaciones que aumenten su capacidad para proveer fibra de madera y servicios eco-sistémicos, de acuerdo a los derechos de las comunidades locales y contribuir en la protección y restauración de bosques naturales. Hoy existen políticas públicas en apoyo a la integración de la forestación en predios ganaderos y agrícolas por parte del MGAP, lo que representa una oportunidad para el sector productivo en el avance hacia la construcción de una competitividad sistémica y sostenible. 

Jorge Sawchik, Director del Programa Nacional de Investigación en Cultivos de INIA habló sobre la sinergia de agricultura y ganadería en la región norte. Mencionó que en la región noreste la agricultura llegó a su límite; es una zona con limitantes tales como la falta de alternativas de cultivos invernales debido a los excesos hídricos registrados en los suelos en esa época, y al aumento de los costos de flete por la distancia a los centros de comercialización e inadecuada infraestructura. En pocos años, dijo, se registrará una disminución en la disponibilidad de carbono (C) de los suelos de la región sometidos a agricultura. El objetivo a futuro es tratar de mantener un pool de C. En ese sentido, el uso de determinados cultivos y  pasturas contribuyen decisivamente en la mejora de la situación.  “Para algunos suelos del noreste es necesario incluir el sorgo en la secuencia agrícola, además de definir la inclusión de puentes verdes y pasturas con diversa duración en los sistemas agrícola-ganaderos a efectos de hacerlos sustentables.” 

En ese sentido, las sinergias se generan a través de un adecuado manejo de las pasturas a través del pastoreo en los puentes verdes y de la inclusión de alternativas forrajeras de diversa duración adecuadas a la región noreste.  Como reflexión general, expresó que “Existen oportunidades para desarrollar sistemas agrícola- ganaderos en las regiones noreste y norte; el cuello de botella es el adecuado gerenciamiento del pasto mediante el uso de rotaciones cortas o largas que se deben definir de acuerdo al potencial del suelo.”

Mencionó además las posibilidades que aporta el riego como tecnología de intensificación del sistema y la necesidad de generar líneas de base para establecer el punto de partida al inicio de la etapa de intensificación.

El panel final integrado por Pedro Otegui (Lanas Trinidad), José L. Tuneu (ART); Valentín Otero (SUL); Marcelo Pereira (IPA); Daniel de Mattos (BPU) y Fabio Montossi (INIA) realizó sus aportes en base a tres interrogantes que se plantearon como eje del debate.

¿Dónde se encuentran los mayores desafíos para acompañar las tendencias que se esperan de los mercados?

Respecto al tema planteado, se evaluó el posicionamiento de Uruguay en el mercado de carnes como muy bueno. Se mencionó que hay tres pilares fundamentales que definen esta situación:el profesionalismo de los productores incorporando los requerimientos sanitarios, la trazabilidad y la  creciente adopción tecnológica, el rol de INAC y los servicios sanitarios oficiales así como  los avances que ha experimentado la industria. El desafío es seguir diferenciando el producto y la búsqueda de reducción de costos.  Se concordó en que el mayor problema para los productores es el aumento de los costos  ya que a pesar de estar en un momento de buenos precios, el margen del negocio ha venido disminuyendo; se afirmó que es importante encontrar un adecuado equilibrio entre la incorporación de tecnología para el aumento de la producción y los costos que se registran. Sin embargo, se especificó además, que a nivel  nacional hay disponible un conjunto de tecnologías con diversas exigencias y expectativas que asocian productividad e ingreso.

En cuanto a la producción ovina, se coincidió en que ha mejorado la productividad de la carne de cordero y se afirmó la necesidad de continuar la búsqueda de mercados segmentando la oferta en función de distintos clientes.

¿Cuáles son las tecnologías e innovaciones clave para generar un crecimiento sostenible de la ganadería del norte como rubro principal de producción?

El manejo de campo natural, la correcta asignación de forraje y el uso de modelos para la gestión forrajera se mencionaron como temas prioritarios. A su vez, se destacó la importancia de la complementación con módulos de producción intensiva y su uso estratégico de acuerdo a las dimensiones del predio. La mejora en la alimentación del rodeo continúa siendo el gran debe. Se insiste en que se debe ampliar la oferta forrajera para los campos de la región norte en base al mejoramiento genético.

Se mantiene la preocupación de que la producción promedio de carne vacuna en los campos de la región se mantiene en 50 kg por hectárea, La categoría que aún tiene poca dedicación por parte de los productores son las vaquillonas; en este sentido, se afirmó que la mejora en la recría es uno de los aspectos que permite un mayor impacto en la eficiencia global de todo el sistema criador. 

El mejoramiento genético aparece también como una herramienta de importancia dada su relevancia, en el corto plazo, en cuanto a su ingerencia en el aumento de la eficiencia productiva y la calidad de la canal.

Además, se debatió acerca de la escasa aplicación de tecnología disponible, asumiéndose que existe una oferta amplia de técnicas simples y de bajo costo relativo.  Habría que profundizar más sobre las causas de la baja adopción de tecnología en algunas regiones/sectores, se afirmó.

En el rubro ovino se destacaron varias tecnologías que han llegado al mercado a través del trabajo conjunto público-privado (ejemplo:Merino fino, cordero pesado) aunque, se reconoció, que todavía hay áreas de mejora en lo que refiere al aumento de la productividad por animal y la calidad del producto.

En un escenario de complementación creciente entre la agricultura, la forestación y la ganadería, ¿qué tecnología y tipo de innovación se requiere para afrontar los desafíos?

Los panelistas comentaron respecto a esta pregunta que la forma de trabajar es a través de la innovación en conjunto con los usuarios para solucionar los problemas. La agricultura y la forestación han ocupado 1 millón y medio de hectáreas que originalmente se dedicaban a la ganadería, por lo tanto, se debe realizar un manejo adaptativo con los productores (midiendo y monitoreando) así como conjugar el conocimiento académico y el local para lograr un crecimiento recíproco Se mencionó que el técnico extensionista debe cambiar de actitud compartiendo el conocimiento que posee.

Finalmente, los panelistas expresaron que aún falta desarrollar modelos de negocios que incluyan la integración de rubros y los planes de uso y manejo de suelos, por ejemplo, en cuanto al uso de sorgo en la ganadería.

El cierre de la actividad estuvo a cargo del Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Tabaré Aguerre y del Presidente de INIA, Álvaro Roel, quienes manifestaron como positivo la propuesta de INIA en cuanto a su estrategia de hacer ampliamente disponible la información generada y la sólida articulación interinstitucional expresada a través de este tipo de jornadas de divulgación. Aludieron a los desafíos de entender cómo va a ser el siglo XXI con aumento de la productividad en asociación con el uso de fuentes alternativas de energía y el cuidado del ambiente. “No estamos en una época de cambios, estamos en un cambio de época. Por primera vez en la historia la tasa de crecimiento de los países subdesarrollados supera a la de los países desarrollados”, reflexionó Aguerre.

La creciente demanda por proteína animal es una gran oportunidad para Uruguay, con posibilidad de agregar valor en la cadena y en ese contexto, las políticas públicas deben tomar como base el conocimiento científico generado por la investigación.  El Ministro, en este sentido, exhortó a dar una amplia discusión científica para discutir temas tales como el rol del campo natural, la erosión, la huella de carbono, el manejo del agua, la biodiversidad y los impactos ambientales y sociales derivados de la actividad agropecuaria. En ese contexto, comentó, la educación y la capacitación se vuelven herramientas fundamentales. “La tierra y la mano de obra son dos factores que se han encarecido mucho y, por lo tanto, deben tener un alto grado de rentabilidad; la innovación debe lograr que el conocimiento genere dinero. (…) La ganadería tiene ese desafío aun pendiente, todavía tenemos una ganadería del siglo XX”. Ambos coincidieron en que Uruguay tiene el compromiso de mostrar que es un país responsable basando sus políticas públicas en información y certificación de procesos como aspectos fundamentales que demuestren las bondades de su sistema productivo.

Más de 700 personas de Uruguay, Argentina, Brasil y Estados Unidos participaron en la jornada “Ganadería del Norte para el siglo XXI”, actividad organizada por INIA el pasado 10 de octubre con el objetivo de reflexionar acerca de la productividad del sector. Los temas abordados fueron:oportunidades en los mercados de la lana y la carne; disponibilidad de tecnologías para el salto productivo de la ganadería semi-extensiva; desafíos para la ganadería en el nuevo modelo agrícola y sinergias entre agricultura, forestación y ganadería.