El objetivo del trabajo fue estudiar cómo los requerimientos foto-térmicos de dos ciclos de madurez, corto y largo, inciden en diferentes épocas de siembra.Se realizaron cuatro experimentos en condiciones de campo en la estación experimental INIA La Estanzuela (Uruguay), todos bajo régimen de riego con el objetivo de neutralizar el efecto más importante y no manejable que incide en los cultivos de verano: el agua disponible para el cultivo. Los experimentos se sembraron en cuatro fechas de siembra: 21 de octubre, 7 de noviembre, 28 de noviembre y 15 de diciembre de 2014. El diseño experimental para cada experimento fue de bloques al azar con seis repeticiones y cuatro cultivares, dos definidos como de ciclo corto para Uruguay (GM III y IV) y dos definidos como de ciclo largo (ambos de GM VII). La siembra de los cultivares, tolerantes al herbicida glifosato y de amplio uso comercial, se realizó a 0,20 m de distancia entre hileras y entre plantas. Considerando el nivel de fósforo inicial disponible, los experimentos se fertilizaron con una cantidad de fósforo que excediera el umbral de respuesta. La semilla fue inoculada de acuerdo a lo recomendado por el fabricante. Se realizaron aplicaciones químicas de rutina para el control de malezas e insectos. Los riegos se realizaron periódicamente antes de que el porcentaje de agua disponible llegara a 50 % del perfil. Previo a la cosecha se determinó fecha de emergencia (VE); de primera flor (R1); comienzo de llenado de grano (R5) y madurez fisiológica plena (R8), según Fehr y Caviness (1977). Luego de la cosecha se determinó el rendimiento de grano corregido a 13 % de humedad.
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria