Hasta el año 2000, E.maidenii ocupaba un área de algo mas de 37.000 ha. Actualmente es probable que la misma se haya reducido en función de que algunas de las plantaciones que han llegado a los turnos de cosecha se han replantado con otras especies. A esto se suma el hecho de que en los últimos años ha sido una especie que ha despertado poco interés en el sector forestal. La mayor parte de los montes implantados han tenido como destino la producción de celulosa a pesar de algunos estudios demuestran su buena aptitud para la producción de madera sólida. En términos generales es una especie que presenta buena adaptación a las distintas zonas del país y hasta el momento ha mostrado un buen comportamiento sanitario. También se caracteriza por poseer una madera de relativa alta densidad, rendimiento en pulpa aceptable además de buena resistencia mecánica. En la mayoría de los emprendimientos forestales se ha utilizado semilla introducida desde Australia con escasa o nula información en cuanto a su eventual adaptación a las distintas condiciones de suelo y clima del país. A raíz de la promoción que tuvo junto con otras especies de eucaliptos a partir de la ley forestal del año 1989 el Programa Forestal del INIA comenzó con la ejecución de un programa de mejora genética en donde se están evaluando varios materiales genéticos tanto locales como introducidos. Esta evaluación se ha realizado a través de la instalación y seguimiento de ensayos de orígenes y progenies con el objetivo de identificar los materiales de mejor comportamiento para cada una de las zonas de prioridad forestal. A continuación se presentan los resultados de uno de estos ensayos mencionados.
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria