En los últimos años mucho se ha hablado de la importancia del agua y su acceso tanto para consumo humano, animal y agrícola.

Según la FAO, durante los últimos 50 años la gestión del agua fue uno de los principales elementos de las técnicas de la revolución verde basadas en la aplicación de fertilizantes y la utilización de variedades de gran rendimiento que hizo incrementar en un 100% la productividad desde 1960 hasta el presente.

Expertos de la división de riego y drenaje de la FAO piensan que para los próximos 30 años las instituciones y personas vinculadas a la agricultura tendrán que proponer una reingeniería de la gestión del agua donde se pueda continuar con el aumento de la productividad del sector pero además se incluya un acceso equitativo al agua y la conservación de los recursos naturales.

La semana pasada se celebró el Foro Mundial del Agua en Marsella, Francia, evento que se realiza cada tres años. En su informe sobre la situación del agua manifiesta que será necesario 19% más de agua hasta el 2050 de manera de atender la demanda creciente de alimentos.

Por una parte al aumentar la población en el mundo, se precisa más alimento, por lo tanto mayor consumo de agua para producir y por otro lado el agua es un recurso finito que no estaría disponible en las cantidades ni en los lugares donde se producirían esos alimentos.

Esto lleva a pensar en estrategias de uso y manejo del agua cada vez más eficientes, con el objetivo de poder producir más kilos de alimentos con la misma cantidad de agua consumida.

En este marco, el Ing. Agr. Claudio Gardía destaca que INIA viene trabajando desde hace varios años en el manejo del agua en cultivos intensivos y extensivos con el objetivo de estudiar las respuestas tanto productivas como los cambios en la fisiología de las plantas frente a diferentes situaciones de déficit hídrico controlado. Se busca aplicar láminas menores a las que necesitarían consumir las plantas sin que afecte su potencial productivo en forma significativa, de manera de hacer un uso eficiente del agua por cada kilo producido.

Es así que se ha trabajado en la zona sur en diferentes hortalizas como papa y tomate, en algunos frutales de hoja caduca, ejemplo pera, duraznero y manzana, más recientemente se comenzaron trabajos en olivos. En la Estación Experimental de Salto se han desarrollado trabajos de riego en citrus y se continua en esa línea en interacción también con otros factores como la densidad de plantas y la fertilización.

En lo que refiere al área extensiva se comenzaron trabajos en las diferentes estaciones experimentales de INIA tanto en cultivos como en pasturas intentando conocer no solamente la respuesta vegetal frente al agregado de agua de riego sino también estudiar mejor las características de las diferentes especies en cuanto a su respuesta productiva a medida que la lámina de agua se hace cada vez menos disponible y cómo afecta esto en relación a la eficiencia del uso de ese recurso.

INIA pone a disposición de productores, técnicos, industrias o instituciones que deseen alcanzar un uso eficiente del agua de riego, el  “Servicio de Programación de Riego”.

Por consultas, comunicarse con los  Ing. Agr. Roberto Docampo o Claudio García al correo electrónico riego@inia.org.uy o visitar el sitio http://www.inia.org.uy/online/site/12596I1.php