Junto con las carnes rojas y la harina de trigo, las hortalizas son el alimento más importante en volumen en la dieta de los uruguayos. A pesar de ese dato, en Uruguay el consumo diario por habitante de hortalizas y frutas frescas (sin incluir tubérculos) es de unos 246 gr (INE, 2008; CAMM, 2013), casi un 50% por debajo de lo recomendado por la OMS (400 gr/hab/día) (OMS, 2003). En cuanto al impacto para la salud, esto podría ser aún más preocupante en la sociedad con mayor consumo de carne del planeta (100 Kg/hab/año) (INAC, 2015). El aporte de las hortalizas es fundamental en términos de salud de la población, constituyendo la fuente principal de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y otras sustancias benéficas para la salud. De esta forma, juegan un papel clave en la prevención de varias enfermedades crónicas no transmisibles que se sitúan entre las principales causas de muerte de los uruguayos (cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad). Por lo tanto, es estratégico contar con un sistema productivo local con la capacidad de abastecer el consumo actual y preparado para un eventual aumento de la demanda. Sin embargo, la tendencia de los últimos 10 años indica un descenso de la producción total de hortalizas. Este dato es confirmado por la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (2005-2006) que reporta la baja del consumo de hortalizas en Montevideo y el interior en los últimos 20 años (INE, 2008; Ackerman, 2014). El descenso en los niveles productivos puede ser explicado por factores internos de la fase productiva y también por factores relacionados a la propia demanda, exigente en calidad, continuidad y precios convenientes. Entre los factores relacionados a la producción se encuentran el aumento de costos de producción (insumos, mano de obra), la escasez de mano de obra y la variabilidad climática con aumento de fenómenos extremos. Nuestro foco está puesto en generar cultivares que minimicen limitantes productivas, sin perder de vista la calidad del producto y el impacto ambiental, aportando al problema general desde la competitividad de la fase productiva.