​El pasado 19 de setiembre se realizó la tercera gira del año con el grupo de viveristas de frutilla del norte e integrantes de los equipos de Producción hortícola, Semilla y Transferencia de Tecnología de INIA Salto Grande. En ésta oportunidad también estuvieron presentes la Directora Regional Mariana Espino y el Gerente de Innovación y Comunicación de INIA Miguel Sierra 

​El objetivo fue continuar evaluando las alternativas propuestas acordadas por el grupo de viveristas para manejar la problemática sanitaria de muerte de plantas por enfermedades a hongos de tallo y raíz que ha puesto en riesgo la sostenibilidad de la producción de frutilla en Salto. Durante la recorrida se observaron y analizaron tres situaciones de producción de frutilla en chacras de Salto 

• En el primer cultivo visitado, del Sr. Aquiles Mainardi en la Colonia 18 de Julio se observó el buen  desempeño de el clon N25.1 en macrotúneles, un material seleccionado en INIA por su resistencia bajo condiciones de infección natural de hongos de los géneros Macrophomina, Neopestalotiopsis, Fusarium y Rhizoctonia. Se acordó continuar la validación de este clon a mayor escala y en diferentes condiciones, se lo percibe como un material complementario a INIA Ágata.

• En el segundo predio del Sr. Miguel Baldassini, en Granja Sant´Anna, se destacó el comportamiento agronómico de la variedad INIA Ágata (SGN48.3), en cultivo anual y de segundo año, bajo macrotúneles, invernaderos multitúnel bajos y microtúneles, donde no manifiesta problemas de mortandad de plantas, con un buen control de arañuela y desarrollo vegetativo. 

• En el tercer cultivo, de Matías y Miguel Villaruel en Colonia Harriague, se analizó el buen comportamiento de INIA Ágata en suelos pesados y además el comportamiento de plantas frigo importadas, con destaque del cv. Marisol, así como la estrategia de uso para producción tardía.

​La resistencia genética, junto con mejoras en la propagación, en particular con la renovación de material madre micropropagado y un adecuado manejo de suelos continúan siendo elementos claves para minimizar el impacto provocado por enfermedades de tallo y corona en la zona que ha puesto en riesgo el abastecimiento de frutilla entre los meses de mayo y setiembre.