actividad 2013 92
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, firmaron un acuerdo de trabajo a través del cual ambas instituciones acordaron combinar capacidades y competencias para dar continuidad al sistema de registro y control de calidad de inoculantes producidos y comercializados en Uruguay.
Además en el marco de este acuerdo, se instaló en INIA Las Brujas el Laboratorio de Microbiología de Suelos. La creación de este laboratorio permite que INIA proporcione al MGAP los servicios de análisis de inoculantes; en tanto el Ministerio mantiene sus competencias de fiscalización.
La firma del convenio constituye una decisión estratégica para potenciar un área de conocimiento relevante para el uso del suelo y la producción. Esto es posible mediante las complementariedades interinstitucionales entre el MGAP, la Dirección General de Servicios Agrícolas e INIA.
En el laboratorio de Microbiología de Suelos se lleva a cabo investigación sobre la forma en la que los microorganismos del suelo pueden beneficiar la nutrición de cultivos y forrajeras, haciendo posible sistemas de producción más sustentables.
Los microorganismos cumplen, entre otros, el rol central de degradar y mineralizar la materia orgánica, aumentando la fertilidad del suelo, mejorando y manteniendo su estructura e incrementando la disponibilidad de nutrientes.
Tienen además, la capacidad de establecer asociaciones benéficas con las plantas, por ejemplo, la que se da entre rizobios y leguminosas, que permiten a éstas fijar nitrógeno del aire.
La fijación biológica de nitrógeno provee cantidades sustanciales de este nutriente a los sistemas de producción y reduce la necesidad de fertilizantes de síntesis. En una estimación rápida a nivel nacional, cada año las pasturas y la soja inoculadas, obtienen de la atmósfera cantidades de nitrógeno equivalentes a más de 500 millones de dólares.
En el convenio también se estableció que INIA realice la curaduría de la Colección Nacional de Cepas de Rizobios perteneciente al MGAP y suministre las cepas recomendadas oficialmente a las industrias fabricantes de inoculantes y a otras instituciones.
Este acuerdo de trabajo entre ambas instituciones beneficia la producción nacional porque se continúan asegurando estándares de alta calidad en los inoculantes que utilizan los productores agropecuarios, así como por la posibilidad de generar un nuevo conocimiento científico sobre microorganismos y procesos microbianos que mejoren la nutrición de los cultivos y la sustentabilidad.
El laboratorio instalado en INIA Las Brujas se plantea el cometido de transformarse en un centro de referencia nacional en investigación sobre microbiología de suelos desde la perspectiva agronómica; contribuyendo con soluciones ambientalmente amigables a las demandas de tecnologías surgidas de la agropecuaria nacional.
Unidad de Bioinsumos en el INIA
En conferencia de prensa, el Presidente de INIA, Ing. Álvaro Roel elogió el accionar interinstitucional en este acuerdo de trabajo y dijo que por el lado de INIA “estamos haciendo una apuesta muy importante hacia la generación de una Unidad de Bioinsumos, que sin duda va a tener un pie fundamental en esta articulación con el ministerio”, unidad que anunció se inaugurará sobre fin de año y permitirá explorar el potencial microbiológico a nivel del suelo, algo clave para apuntalar el mejoramiento de los sistemas productivos.
Añadió que se recibió con satisfacción la noticia de la aprobación del primer insecticida biológico nacional en una acción conjunta entre el INIA y una empresa privada; “creemos que ese es otro elemento central”, aludiendo al valor que tiene que el conocimiento sea aplicado, “es clave, nosotros no podemos terminar en la identificación de la cepa, la cepa hay que empaquetarla, hay que distribuirla, hay que aplicarla”.
“Hoy es un día de alegría para la academia, para la institucionalidad pública, pero también para esa interacción esencial entre el sector público y privado”, concluyó Roel.