En Uruguay no es una novedad que los productos que salen de nuestro país tengan información adherida, de hecho hemos sido pioneros en la materia con la trazabilidad bovina. La huella hídrica y la huella del agua funcionan igual: es información que se adjunta a los productos. Sobre cómo se obtiene, para qué sirve y qué tan relevante será para nosotros, dialogamos con Leonidas Carrasco, doctor en ciencias ambientales por la Universidad de Concepción, Chile, e investigador de INIA La Estanzuela en el programa nacional de producción y sustentabilidad ambiental. Hay más de un concepto vinculado a la ?huella del agua?, pero quien le puso nombre fue el investigador Arjen Hoekstra, quien en el año 2002 empezó a hablar sobre el tema en esos términos. Es ?el cálculo del volumen de agua por unidad de producto, es decir, cuántos litros hacen falta para hacer una hamburguesa?, por ejemplo, dijo a EL TELEGRAFO el doctor en ciencias ambientales, Leonidas Carrasco. Este modelo identifica tres ?tipos? de agua: ?el agua ?verde?, el agua ?azul? y la ?gris?. Es cuánta agua usé de lluvia, cuánta agua de ríos o tajamares y cuánta agua se necesita para diluir la contaminación que generaste para producir esa hamburguesa?, ejemplificó. El concepto luego evolucionó, porque la huella hídrica original de Hoekstra se quedaba con un número referido al volumen de agua, pero no profundizaba en detalles relevantes sobre cómo se usó esa agua para diluir la contaminación. ?Cuando habla del agua gris hay dos supuestos: hay uno que dice que diluyéndola la contaminación desaparece, pero es real para algunos compuestos, otros son recalcitrantes, no se degradan por mucho tiempo (...) (la huella hídrica) no dice nada sobre qué tipo de agua gris es esa, de qué calidad es la contaminación, si por nutriente o por un fertilizante, que se degrada con facilidad, o si es de un pesticida que cuesta mucho degradarse?, indicó. Por eso surgió, recomendada por un comité internacional de expertos, la huella del agua, ?que es la ISO 14.046. En ese libro de metodologías uno puede hacer dos tipos de cálculo de huella, uno que es la depreciación del recurso, o sea, cuánta agua estás usando para hacer ese producto en relación al agua disponible, los litros de agua en relación con tu situación nacional, digamos?. Este concepto permite diferenciar situaciones: ?Una cosa es hacer una hamburguesa acá en Uruguay, donde hay mucha agua, y otra es hacerla en un país que sufra sequías intensas, con agua muy escasa. Esa disponibilidad de agua está mapeada a nivel planetario, hay un mapa de dónde hay agua y dónde no hay agua?, explicó. Una segunda capa de información que se incorpora es el impacto sobre el agua disponible, ?qué tipo de contaminación fue la que ocurrió. Si fue una contaminación orgánica, si fue una contaminación dañina para la biodiversidad, si es una contaminación de tipo radiactivo; tú le puedes poner un apellido?, dijo Carrasco.
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria