La Citricultura de Uruguay consolida su estrategia para prevenir el HLB
La Institucionalidad Citrícola del Uruguay presentó las tecnologías desarrolladas para la prevención del HLB en el País. En este contexto se realizó una puesta al día, entre otras, del Programa Nacional de Saneamiento y Certificación de Plantas Cítricas (PNSCC) y el Centro de Cría Nacional de Tamarixia radiata para el control de Diaphorina citri.
El encuentro contó con la participación de los máximos representantes del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Instituto Nacional de Semillas (INASE), la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA/MGAP) y la Unión de Productores y exportadores de Frutas del Uruguay (UPEFRUY). "La citricultura de Uruguay está enfocada básicamente a la producción y exportación a mercados en fresco, así la preservación de la inocuidad de nuestra fruta y la sustentabilidad ambiental son puntos no negociables que han caracterizado al modelo productivo del Uruguay", comenta Carlos Fraschini, secretario de UPEFRUY.
Las plantaciones citrícolas del país cuentan con las máximas garantías sanitarias y a la fecha, 4 millones de plantas han sido producidas a partir del PNSCC; este programa tiene un valor inmenso a la hora de prevenir el ingreso o dispersión de enfermedades que acortan la vida productiva de las plantaciones y preservar la inversión a largo plazo, menciona Fernando Rivas, Director del Programa Nacional de Citricultura de INIA. Asimismo, el contar con un método basado en el manejo integrado de plagas, con una fuerte impronta en el control biológico hace que este Centro de Cría de T. radiata, fruto del esfuerzo mancomunado de INIA-UPEFRUY y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), esté alineado con una visión moderna y sustentable de la citricultura en fresco, con bajo impacto ambiental y, por tanto, constituya un hito para la Citricultura de nuestro país y de las américas, menciona José Buenahora, responsable del Centro de Cría. Estos dos productos tecnológicos fruto de alianzas público-privadas finamente coordinadas demuestran el valor de la definición de objetivos estratégicos para la cadena de valor a la hora de enfrentar amenazas y escalar en los niveles de competitividad sectorial.