​

Con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se realizó en la Expo Prado la presentación de "Lana Celeste a Catar", el proyecto por el cual los trajes que lucirá el cuerpo técnico y los jugadores de la Selección Uruguaya de Fútbol en el campeonato del mundo 2022 serán confeccionados con lana merino ultrafina nacional de alta calidad.

La iniciativa resultó del trabajo conjunto del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Uruguay XXI, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), el Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la industria peinadora local representada en la Cámara Mercantil y la Secretaría de Deportes.

Como representante de INIA, participó el Ing. Agr. Fabio Montossi, quien compartió la mesa principal con el presidente de la República; el presidente de la AUF, Ignacio Alonso; el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdés, y el gerente del SUL, Romeo Volonté.

"Estoy acá por el amor a la producción ovina, que es una actividad muy sacrificada y con larga historia en nuestro país. La lana es un mercado muy importante que genera mano de obra calificada", destacó Lacalle Pou, ante la atenta mirada de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón; el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Juan Ignacio Buffa, que estaban presentes en el público.

Además de los trajes, se confeccionarán boinas con la misma materia prima. Entre las bondades de la tela fabricada a partir de este tipo de lana destaca que mantiene la temperatura corporal, no provoca picazón, es suave, repele las bacterias y olores, y es de fácil cuidado.

Actualmente, en Uruguay hay un poco más de seis millones de ovejas y se producen entre 25 y 27 millones de kilos de lana por año, siendo el sexto productor mundial de lana para vestimenta. Además de ser biodegradable, natural, reciclable y renovable, la lana uruguaya ha logrado diferenciarse porque su proceso de producción se desarrolla a cielo abierto, la dieta fundamental de las ovejas es el pasto que crece naturalmente en las praderas del país e involucra buenas prácticas vinculadas al bienestar animal, entre otras cualidades.

El trabajo de INIA en mejoramiento genético, eficiencia, tecnología para la salud, bienestar y nutrición animal ha contribuido directa e indirectamente al progreso de la lana uruguaya, de su calidad y de los procesos para producirla.

En conjunto con otras instituciones el Instituto ha liderado la renovación del sector lanero nacional logrando, por ejemplo, que la lana de la majada Merino del Uruguay bajara de 22 a 19 micras promedio, con casos de hasta menos de 17 micras, lo que las convierte en finas, súper finas y ultrafinas.​