En la actualidad, los mercados son fuertes demandantes de productos de alta calidad, los costos de producción aumentan de forma considerable y la variabilidad climática condiciona y afecta de forma importante la productividad y la calidad de los productos. Estos factores han favorecido el desarrollo de sistemas productivos más intensivos como el caso de los cultivos protegidos, apostando a una mayor eficiencia productiva y calidad. Sin embargo, la intensificación es acusada de numerosas externalidades negativas, especialmente consecuencias ambientales. Es necesario acompañar este crecimiento con conocimientos nacionales y herramientas que contribuyan al manejo sustentable de la producción de hortalizas. Estos conocimientos y herramientas permitirán a los productores y técnicos del sector tomar mejores decisiones sobre el manejo de los cultivos. Considerando que estos son los agentes de cambio fundamentales para contribuir a una mejora real en la sostenibilidad de los predios hortícolas. Este proyecto surge con el objetivo principal de generar conocimiento sobre el (1) manejo de suelo para mejorar su salud, (2) la nutrición de los cultivos basada en enmiendas orgánicas complementadas con fertilizantes orgánicos y químicos y (3) eficiencia de riego. El impacto de estos manejos se medirá en mejoras de la calidad de suelo (indicadores de salud de suelo), rendimiento comercial, calidad de frutos y eficiencia en el uso de insumos (agua y fertilizantes). La estrategia se basa en la generación de conocimiento y experiencia local, así como herramientas que puedan ser adoptadas por técnicos y productores. Este es el caso del modelo de soporte a la decisión basado en el modelo VegSyst calibrado para Uruguay. Los productos de este proyecto contribuirán al rediseño de los sistemas de producción aportando insumos para que el riego y la nutrición sean acordes a la demanda de los cultivos, considerando los aportes del suelo e incorporando enmiendas orgánicas que mejoren la calidad y salud del suelo. La mejora del suelo fomentará procesos biológicos que ocurren naturalmente en los ecosistemas (liberación de nutrientes, supresión de enfermedades y plagas, etc) que permitirán reducir el uso de agroquímicos, a la vez de preservar el recurso suelo y reducir el impacto negativo sobre el ambiente y la salud humana.