La industria del vino nacional se enfrenta a importantes desafíos medioambientales, donde la sustitución de los herbicidas por otros métodos de control de malezas, se están transformando paulatinamente en una obligación si se pretende acceder a los mercados definidos como objetivo por nuestro sector vitivinícola. A nivel nacional se ha demostrado que los cultivos de cobertura total o el establecimiento de mulch vivos bajo la fila , son una alternativa viable al uso de herbicidas y están claramente adaptados a una viticultura más respetuosa con el medio ambiente (Coniberti et al. 2018, Vanden Heuvel et al., 2017). Sin embargo, no siempre es fácil para los viticultores encontrar un equilibrio entre los servicios ecosistémicos de los cultivos de cobertura total y los perjuicios (Coniberti et al., 2018, Vanden Heuvel et al., 2017). La necesidad de contar con riego suplementario que permita hacer frente a periodos con oferta hídrica inferiores a la media, aumentar los niveles de aporte de nitrógeno al sistema en periodos de máxima competencia (floración) y los mayores costos operativos y complejidad de control mecánico de coberturas entre plantas en comparación con la aplicación de herbicidas, son algunas de las limitaciones más importantes para el establecimiento de cultivos de cobertura en la fila de plantación (mulch vivos) como una practica generalizada (Coniberti et al., 2018). La integración de animales al sistema vitícola se presenta como una alternativa viable para la resolución del problema. En los últimos años asociado a la necesidad de aumentar la sostenibilidad de los sistemas productivos, se ha venido incorporando la producción animal al sistema (fundamentalmente ovinos), siendo el pastoreo de viñedos durante el receso invernal de la vid, una practica relativamente generalizada en países como Nueva Zelanda (Dastgheib & Frampton, 2010) y Australia (AWRI, 2023). Por otra parte, la coexistencia del ovino durante el periodo vegetativo y particularmente durante el periodo de máxima competencia de las malezas o mulch vivos con la vid, es lo que produciría el mayor impacto económico en el sistema vitivinícola (Coniberti et al 2018). Sin embargo, dada la alta palatabilidad de las hojas de vid (Manuelian et al., 2014), es muy poco frecuente ver ovejas pastoreando viñedos durante el periodo de crecimiento vegetativo (Niles et al. de 2018), estando su presencia en el viñedo generalmente restringida al periodo invernal. En este contexto y con el objetivo de generar alternativa de manejo que permitan maximizar el tiempo en que los ovinos pueden permanecer en los viñedos (periodo vegetativo), desde el año 2017 a partir del vinculo generado originalmente entre el equipo de investigación de INIA (Sistema Vegetal Intensivo y Programa Carne y Lana), la Facultad de Veterinaria UDELAR y el SUL, se ha venido trabajando en la temática, fundamentalmente en torno a diferentes ensayos de evaluación de comportamiento animal. Esta estrategia se basa en la necesidad de (1) maximizar la oferta de forraje a los animales (importante en pequeños predios) y (2) maximizar los servicios ecosistémicos de los animales al sistema vitivinícola (Control de malezas durante periodo de máximo desarrollo vegetativo). Este proyecto pretende dar continuidad a esta linea de trabajo, planteando como principal objetivo la publicación de una Guia para el manejo de ovinos en predios vitivinícolas.