La utilidad de la especie (Casuarina cunninghamiana Miq) como cortina de abrigo contra viento y de protección en producciones frutícolas es conocida pero no se le ha dado su justa importancia. Ha suplantado al ciprés en cortinas corta viento con éxito, se la está comenzando a usar en abrigos para ganado donde el hecho de no perder sus ramas basales es ideal para bordear las quintas de Eucalyptus. Se ha reportado como especie de alto valor energético. También se comienza a utilizar en protección de erosión donde se ha visualizado perdida de horizonte A y la formación de cárcavas. Otra característica importante es su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico en simbiosis con la bacteria Frankia, además, las micorrizas (hongo micorrízico Glomus intraradices y hongo ectomicorrízico Pisolithus tinctoriusen) en sus raíces incrementan esta capacidad.
