Propósito del proyecto
Evaluar enfoques integrales para el control de plagas que abarquen una variedad de tácticas, tales como la resistencia genética, prácticas culturales que incluyan secuencias de cultivos y fomenten microorganismos benéficos, junto con una mejora en los métodos monitoreo, con el fin de optimizar el uso eventual de insecticidas para el manejo de plagas.
Resumen ejecutivo
Para satisfacer las crecientes necesidades alimenticias de una población en crecimiento, la agricultura se está intensificando, lo que a menudo implica la simplificación de los usos de la tierra, con monocultivos de alto rendimiento. Esta simplificación reduce los servicios ecosistémicos y aumenta la presión de las plagas, lo que, a su vez, conduce al uso más extenso de plaguicidas. A nivel global, el valor de las importaciones de agroquímicos ha aumentado considerablemente en los últimos años, y esta tendencia también se refleja en Uruguay. Sin embargo, esta intensificación y el uso creciente de agroquímicos entran en conflicto con la necesidad de una producción agropecuaria sostenible que minimice el impacto en el bienestar animal y el medio ambiente. Esto se vuelve especialmente relevante dado que los insectos herbívoros pueden causar pérdidas significativas en la producción agrícola, y el control de plagas suele depender en gran medida de insecticidas sintéticos. En este contexto, es importante recordar que las plantas han desarrollado una serie de mecanismos de defensa contra los herbívoros a lo largo de millones de años de evolución. Estos mecanismos incluyen características físicas y químicas que pueden ser perjudiciales o tóxicas para los insectos herbívoros. Sin embargo, en la búsqueda de plantas con un alto rendimiento y mayor digestibilidad, estas defensas naturales a menudo se han perdido durante el proceso de domesticación de cultivos. Es esencial comprender y caracterizar estas resistencias naturales para desarrollar prácticas agrícolas más sostenibles. Además, la selección artificial para el rendimiento también ha afectado las interacciones entre las plantas y su microbiota beneficiosa. Las plantas tienen rasgos hereditarios que regulan su colonización microbiana, y esta relación ha sido perturbada por la selección para la domesticación. Esto puede tener un impacto en la salud de las plantas y su capacidad para resistir las plagas. Este proyecto propone disminuir el uso de insecticidas para las principales plagas de cultivos agrícolas a nivel nacional mediante un enfoque holístico que abarca la (i) identificación de variedades resistentes y (ii) la exploración de alternativas agroecológicas (ej. uso de endófitos sílice, insecticidas biológicos y sistemas de monitoreo más eficientes). El objetivo principal es aprovechar estas defensas naturales para desarrollar manejos de plagas agrícolas más sostenibles, reduciendo la dependencia de los insecticidas y promoviendo variedades de cultivos resistentes. Cada componente del proyecto se centrará en un aspecto específico de esta investigación para generar información valiosa que pueda contribuir a mejorar la agricultura a nivel nacional.