La insalubridad en los alimentos ha representado un problema para la salud humana desde los albores de la historia. El acceso a alimentos inocuos y nutritivos es indispensable para mantener una vida activa y saludable. Sin embargo, se estima que a nivel mundial se enferman 600 millones de personas a causa de ingerir alimentos contaminados, de los cuales 420.000 fallecen por esta causa (OMS, 2007). Los alimentos insalubres contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias nocivas pueden causar enfermedades que van desde la diarrea hasta el cáncer. La inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están íntimamente relacionados. Los alimentos insalubres generan un círculo vicioso de enfermedad que actúa presionando el sistema de salud, obstaculizando el desarrollo económico y social, perjudicando a las economías nacionales, al comercio y al turismo (OMS, 2015).
