RESUMEN. Además de lípidos, proteínas y azúcares, los alimentos poseen componentes no esenciales en la dieta que son beneficiosos para la salud, que son componentes distintivos de los llamados «functional-foods» fundamentales para la buena nutrición. Combinado entonces un estilo de vida saludable, el consumo de alimentos funcionales puede ser una muy buena contribución a la salud humana. El desarrollo del mercado de alimentos funcionales en el mundo va de la mano de la comprobación del importante rol que alimentos como frutas, hortalizas, cereales integrales, productos lácteos, entre otros. juegan en la prevención de enfermedades. Se ha logrado correlacionar la presencia de antioxidantes y la combinación de sustancias protectoras de las plantas con estas propiedades. La información nutricional sistemática de los alimentos que consume la población, especialmente aquella referida a la presencia de compuestos bioactivos (antioxidantes, pro vitaminas, anticancerígenos) es muy escasa en el Uruguay, a pesar de que se observa una tendencia generalizada de los consumidores a seleccionar aquellos productos reconocidos como benéficos para la salud. Por lo tanto, es importante identificar dichos alimentos funcionales con propiedades potenciales para el mejoramiento de la salud y el cuidado del ser humano, reduciendo el riesgo o demorando la aparición de enfermedades. La evaluación de estas propiedades le agrega valor a los productos cosechados en nuestro país. Es posible correlacionar el nivel de metabolitos secundarios vegetales con propiedades antioxidantes y anticancerígenos, estas sustancias son las responsables de la función de adaptación al medio, y son una respuesta fenotípica al momento y lugar que vive el vegetal. La concentración de estos metabolitos no es constante entre variedades e inclusive dentro de una misma variedad:puede variar su expresión como resultados de distintas prácticas de cultivo. En este trabajo se prepararon extractos de diferentes muestras de frutas y hortalizas según su origen, variedad, tipo de cultivo empleado. La determinación de la capacidad antioxidante in vitro se llevó a cabo por el método ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity) y el estudio de capacidad antiproliferativa se realizó en cultivos celulares de la línea de cáncer de colon humano HT-29. La caracterización de los metabolitos secundarios presentes en cada muestra se realizó por HPLC-DAD y por TLC para la determinación de polifenoles.