Si bien el estado general de los apiarios es diverso, a esta altura del año es posible identificar dos situaciones que merecen atención:

Reservas de alimentos

En la mayoría de las zonas, la última cosecha se dio hacia fines de enero – mediados de febrero, y las reservas generadas desde entonces fueron escasas con un mal cierre para la invernada. Además, con las precipitaciones de marzo y abril, las colonias consumieron más reservas y poco pudieron aprovechar de los últimos aportes de néctar. A esta altura del año, se observan reservas de alimentos suficientes solo en las colonias de apiarios con acceso a montes de eucaliptus aislados que ofrecieron ese aporte más tardío o apiarios donde se dejaron reservas abundantes al final de la temporada (12 kg de miel aprox.).

En relación con las poblaciones de abejas, ha habido también una reducción muy significativa. Aquellas colmenas que a principios de marzo se encontraban con cámara completa de abejas, la población de abril se redujo en un 32 % en promedio y a junio en un 62% con respecto a los valores de marzo.

Estado sanitario de las colmenas en relación con la infestación con Varroa destructor

A nivel sanitario, el panorama también es diverso. Esto se debe principalmente a que en la pasada temporada en algunas zonas hubo grandes flujos de néctar y en consecuencia la dinámica poblacional de las colonias varió. Esto trajo aparejado dos consecuencias:1- las poblaciones de varroa también se incrementaron acompañando el crecimiento de las poblaciones de abejas, y 2- se dio un roído significativo de las tiras de oxálico, disminuyendo su eficacia. Quienes aplicaron esos acaricidas a calendario, posiblemente no hayan podido controlar la infestación de varroa eficazmente. En el archivo PDF adjunto así como en la Tabla que sigue, se presentan algunos datos de referencia para apiarios ubicados en Colonia (La Estanzuela). Estos antecedentes pueden ayudar a ubicarse dentro de posibles escenarios.

*Amivar y Flumevar:2 tiras por cámara completa con abejas; Varroxsán:4 tiras por cámara completa con abejas. En ambos casos, tiras dispuestas en el nido de cría.​

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La tabla muestra los niveles de infestación con varroa forética pre y postratamiento de colmenas tratadas en marzo o abril. De ella se desprende lo siguiente:1) la aplicación de marzo redujo entre un 78 y 82%* los niveles de varroa, no observándose mayores diferencias entre el tratamiento sintético y el orgánico, mientras que el tratamiento sintético parecería haber funcionado mejor que el oxálico al aplicarse en abril. De todas formas, los porcentajes de reducción fueron iguales o superiores a los de marzo en ambos casos. 2) Se dieron corrimientos de nido de cría tanto para las aplicaciones de productos sintéticos como de orgánicos, siendo estás mayores cuando los tratamientos se aplicaron en marzo. Vale la pena resaltar, que en las colmenas donde se da el corrimiento del nido, los niveles de varroa postratamiento suelen ser altos ya que el producto no pudo actuar como debiera y, por lo tanto, estas colmenas son un foco de contaminación para el apiario y la zona. 
 

Por último, es importante aclarar que las colmenas tratadas en abril tenían niveles de infestación con varroa forética bajos (0,5% a principios de marzo) y luego se dio ese aumento en abril al 5-6%. Este aumento se debe a que en abril las colmenas disminuyeron significativamente la cantidad de cría y, en consecuencia, la proporción de varroa forética aumentó. Sin embargo, es importante ​​aclarar que esos bajos niveles de varroa de marzo se deben a que eran núcleos de primavera. Para el caso de colmenas productivas,  los niveles de varroa fueron significativamente superiores a los mencionados.

​Los resultados muestran que la aplicación del tratamiento en abril en sustitución de la clásica aplicación de marzo debería ser el elegido para lograr controlar mejor los niveles de infestación con varroa, pero para tomar esta decisión es necesario realizar monitoreos y tener certeza que los niveles de varroa en marzo sean bajos (menor al 2%). Esto disminuye las probabilidades que los niveles de varroa en abril sean extremadamente altos y que esto genere daño evidente.

Desde INIA, se recomienda tomar las siguientes medidas:

• Revisar los apiarios para hacer una evaluación general de la situación en cuanto a reservas de alimentos y niveles de infestación con varroa. Tener en cuenta que la superficie sembrada de colza de este año es menor y de siembra más tardía a la del pasado. En consecuencia, muy probablemente el comienzo de desarrollo de las colmenas se retrase en comparación con años previos.
• ​Si la decisión es alimentar:

1. Colocar alimentador en la cámara de cría, debajo del poncho y lo más cercano al nido de cría posible.
2. Administrar jarabe lo más espeso posible (2:1 azúcar:agua o superior).
3. Administrar el máximo volumen posible en un corto período de tiempo, pero asegurando que se dé un consumo rápido según la población colonial. Colmenas estándar están consumiendo 1,2 lt de jarabe en 48 hs aproximadamente (colmenas a la sombra consumen más lento).
4. De acuerdo con resultados de investigación, NO es necesario apoyar las colmenas en esta época del año con suplementos proteicos.
   
    Tener en cuenta que hay colmenas claramente inviables por baja población y reservas de alimento. Evaluar la pertinencia de la suplementación con jarabe y de manejos alternativos.

• Si la decisión es curar contra varroa:

1. Utilizar formulaciones comerciales según dosis y modo de aplicación sugerido por los fabricantes.
2. Esta es una buena época para curar con oxálico debido a su alta eficacia, un costo bajo del tratamiento (según el tamaño de las colmenas, en esta zona se estarían aplicando 1-2 tiras, lo cual equivale a unos 0,2-0,4 USD por colmena, respectivamente) y que los corrimientos de nido suelen darse con menos frecuencia que cuando se aplica en otros momentos del año.