En 1997, INIA comienza un programa de mejoramiento genético, con el objetivo de liberar al mercado leguminosas forrajeras capaces de producir y persistir en competencia con las comunidades vegetales nativas dominadas por gramíneas y sometidas a pastoreo vacuno y/o lanar. Un programa paralelo en Rhizobiología conducido por el Departamento de Microbiología de Suelos Ministerio Ganadería, Agricultura y Pesca en conjunto con el Centro de Rhizobiología de Australia, aportó los inoculantes necesarios para poder evaluar a las leguminosas con sus respectivas cepas. Desde 1998 al 2000, en la Unidad Experimental Glencoe ubicada en la región de Basalto en Uruguay, se evaluaron a nivel de plantas individuales 326 especies de leguminosas templadas o subtropicales. De estos estudios, 43 especies fueron seleccionadas para pasar a la segunda etapa del programa de mejoramiento genético. Las mismas presentan una diversidad de estrategias productivas que incluye especies anuales y perennes, y templadas y subtropicales. La segunda etapa se lleva a cabo desde el 2002 y culminó en el 2005 seleccionando unas seis especies para comenzar mejoramiento genético y futura liberación al mercado. La selección de las leguminosas forrajeras más promisorias fue realizada mediante el análisis de los datos objetivos de producción desde 1998 y contó con la valoración de 40 productores que conforman el grupo de mejoramiento genético participativo. Dicho grupo de productores ayudó a priorizar las mejores especies para sus sistemas de producción y Ornithopus pinnatus fue priorizada.
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria