Citricos_sanidad
Propósito del proyecto
La citricultura en Uruguay es uno de los rubros agrícolas que logró desarrollar un producto con características competitivas para la exportación. Desde el punto de vista social se destaca la fuerte demanda en mano de obra, con alto índice de ocupación de 0.7 hombre/Ha; 12 veces más alto que el del sector arrocero, 15 que el de lácteos y 110 veces mayor que el de las empresas agrícolas-ganaderas (Caputi y Montes, 2010). A lo largo de toda la cadena agroindustrial ofrece unos 1.700 puestos de trabajo de carácter permanente y en el orden de los 9.000 durante la zafra (MGAP-DIEA, 2014). Sin embargo, una característica preocupante del rubro, es la baja productividad (menor a 20 ton/ha) y sólo se consigue exportar como máximo el 50% de ésta producción (FAO, 2016; Uruguay XXI, 2015; Caputi y Montes, 2010) con consecuencias negativas en la sostenibilidad del cultivo. Los aspectos sanitarios se encuentran dentro de las causas que bajan el número de frutos con calidad para exportación por los efectos en la productividad, en la cosmética y en los costos que genera el control de plagas*. No obstante, el mayor problema se asocia con la incidencia que tienen las plagas en las negociaciones internacionales cuando se debe mantener o conquistar nuevos mercados. En el comercio internacional, los aspectos fitosanitarios son una de las trabas comerciales que presentan todos los vegetales (OMC, 1998). En el caso de los cítricos, existen normativas que pautan el intercambio de material vegetal y el comercio de frutas para evitar la diseminación de las plagas categorizadas como cuarentenarias, como es el caso de cancro cítrico (a.c. Xanthomonas citri subsp citri), mancha negra de los cítricos (a.c. Phyllosticta citricarpa) y las Moscas de la fruta (Ceratitis capitata (Wiedemann) y Anastrepha fraterculus (Schiner)). Estas plagas están presentes en Uruguay y las pérdidas que provocan en la rentabilidad del cultivo y el rendimiento de fruta exportable se debe entre otras cosas a las restricciones que imponen las autoridades sanitarias para mitigar los riesgos de exportar fruta afectada por las plagas mencionadas. A modo de ejemplo, los cuadros de producción con presencia de enfermedades cuarentenarias no pueden ser habilitados para la exportación aunque la fruta no presente síntomas. En la zafra 2015/2016 el 11% de las unidades de producción (UP) de Naranja Valencia que fueron oficialmente inspeccionadas, no recibieron la habilitación de exportación para la Unión Europea por la presencia de mancha negra. Del total de UP rechazadas, el 74% fueron cuadros plantados con Naranja Valencia y el 26% de otras especies (MGAP, 2016). A su vez, existe otra plaga no cuarentenaria que incide en las pérdidas económicas del cultivo por la similitud de los síntomas con plagas cuarentenarias. La mancha marrón de las mandarinas es causada por Alternaria alternata patotipo mandarina y afecta variedades de mandarinas cultivadas en Uruguay con importante potencial económico como los híbridos Murcott y Nova. La enfermedad provoca daños cosméticos en la fruta que muchas veces son confundidos en destino con cancro cítrico o mancha negra de los cítricos. Esto lleva a la retención de la fruta en los puertos con fuerte incidencia en los costos de transporte. Adicionalmente, las frutas con lesiones de la enfermedad son de menor categoría comercial causando pérdidas en la rentabilidad (Fraschini, A., com. pers.).
Otras plagas que merecen atención urgente son aquellas que causan la muerte de las plantas como el virus de la tristeza de los cítricos (CTV), el taladro de los cítricos y el Huanglongbing (HLB). Aunque todas producen pérdidas en la productividad, la relevancia de las mismas es diferente. La tristeza de los cítricos históricamente a nivel mundial ha causado importantes pérdidas al provocar la muerte de plantas injertadas en pies susceptibles. En Uruguay el problema fue resuelto mediante el uso de portainjertos resistentes (trifoliados). Sin embargo, estudios recientes (Rubio, 2016; Hernández-Rodríguez, et al, 2016) han confirmado alta variabilidad genética del virus y predominio de variantes severas, además de constatar la presencia del genotipo RB (resistance-breaking), único genotipo que quiebra la resistencia de P. trifoliata, nuestro principal portainjerto. Si bien las plantas producidas dentro del programa de certificación de Uruguay se encuentran libres de esta virosis, la presencia endémica de su vector (Toxoptera citricida) hace que la reinfección con aislados severos de este patógeno tenga alta probabilidad de ocurrir (Bentancour et al., 2009; Cambra y Moreno 2000; Gottwald et al., 1996), incidiendo negativamente en el vigor y producción de las plantas (Van Vuuren y Da Graça 2000, Bar-Joseph et al. 1989; Muller y Campiglia, 1981).
El taladro de lo cítricos, Diploschema rotundicolle, no es considerada una plaga primaria para la citricultura (Bentancourt y Scatoni, 2010). Sin embargo, el manejo ineficiente de esta especie a través del tiempo ha llevado a una explosión de sus poblaciones en algunos predios citrícolas, sobre todo en plantaciones de limón en el sur del país. Esto está causando un debilitamiento progresivo de los árboles, llevando a severas pérdidas de rendimiento, además de otros problemas asociados no menores, como el aumento de accidentes laborales causados por el debilitamiento de la estructura de los árboles que no soportan las escaleras durante la cosecha manual. El control que se realiza para el taladro de los cítricos en Uruguay es de tipo cultural, basado en la poda de ramas y brotes con síntomas de infestación. Sin embargo, en situaciones de alta infestación, este control puede alcanzar un costo aproximado de USD 500 por hectárea, siendo por lo tanto inviable además de ser ineficaz. Por otra parte, la mano de obra disponible para este tipo de prácticas culturales es cada vez más escasa en el país, y la ventana de tiempo en la que se puede implementar esta medida es muy limitada porque la larva rápidamente migra desde los brotes hacia las ramas. En base a investigaciones en otros países sobre feromonas en cerambícidos se plantea que el manejo de D. rotundicolle en base a semioquímicos es una posibilidad que merece ser explorada. Este hecho, sumado al extremadamente dificultoso manejo de este insecto, posiciona a este tipo de estímulos o cebos como una de las pocas herramientas prometedoras para el desarrollo de herramientas de monitoreo y control. Asimismo, dado el prolongado ciclo de vida de esta especie, se puede prever que una vez que se logre una baja en las poblaciones de adultos, se retrasará la recuperación de las densidades; por lo que el repetido uso de estrategias de monitoreo asociado a control cultural o eventual trampeo masivo podría llevar a una disminución drástica de las poblaciones a niveles que podrán ser subsecuentemente mantenidos en el tiempo con pocos esfuerzos de manejo (Maki et al., 2011; Sanchez-Husillos et al., 2015).
El huanglongbing (HLB) es una enfermedad cuarentenaria para Uruguay. Es considerada la enfermedad más destructiva de los cítricos (Grafton-Cardwell et al., 2013) pues no existen métodos de control efectivos y provoca rápidamente la muerte de las plantas afectadas (Lin, 1956). Uruguay es un área en peligro (NIMF 2, 1995) debido a que los factores ecológicos pueden permitir el establecimiento de la plaga, cuya presencia provocará pérdidas económicamente importantes [NIMF 2, 1995]. La enfermedad fue detectada en San Pablo-Brasil en el año 2004 (Teixeira et al. 2005); luego en Cuba, otros estados de Brasil, Santo Domingo, México, Jamaica, Guatemala, Puerto Rico, Honduras, Nicaragua (Martínez et al. 2008; Belasque et al. 2009; Matos et al. 2009; Irey, 2010) y en Misiones Argentina en el año 2012 (Outi et al., 2014). HLB es causada por bacterias no cultivables Candidatus del género Liberibacter. La enfermedad inducida por la bacteria Candidatus Liberibacter asiaticus, es transmitida por el psilido Diaphorina citri presente en Uruguay (Bernal, 1991). D. citri causa algunos daños directos, de menor relevancia, sobre los brotes de los cítricos pero por su importancia como vector del HLB se considera estratégico para Uruguay contar con un método adecuado de control que minimice la dispersión de la enfermedad en el caso de una posible introducción y que sea amigable con el ambiente y la sociedad en su conjunto.
Por último importa destacar que a nivel mundial ha aumentado la oferta de fruta cítrica fresca de muy buena calidad. Por ello, es necesario ofrecer una fruta que se destaque de los competidores reuniendo las condiciones de calidad aceptadas y demandada; entre ellas el uso mínimo de agroquímicos en la cadena productiva, garantizando la inocuidad del producto y la producción responsable.
* Plaga= Cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales (FAO, 1995; CIPF, 1997)
Resumen ejecutivo
La producción de cítricos en Uruguay cumple un fin social y económico significativo por el alto requerimiento de mano de obra, servicios y los ingresos de divisas que genera para el país. La finalidad de la producción es la exportación en contra estación de fruta in natura a países del Hemisferio Norte. Estos mercados son muy rigurosos en cuanto a la inocuidad de la fruta a importar estableciendo requisitos sobre los fitosanitarios que pueden ser utilizados en los países productores durante toda la cadena de producción y los límites máximos de residuos permitidos sobre el producto final. A su vez, en el comercio internacional existen normas para disminuir el ingreso de patógenos plagas de las plantas a través del movimiento de material vegetal entre países o regiones. Para mantener los mercados actuales y conquistar nuevos clientes, los objetivos del presente proyecto son a) mejorar y/o adecuar los métodos de control a los requerimientos del mercado externo b)minimizar el riesgo de introducción y dispersión de la enfermedad Huanglongbing (cuarentenaria para Uruguay) que pone en riesgo la permanencia del rubro en el país, c) contribuir con las autoridades sanitarias (MGAP_DGSA) mediante acciones para cumplir con los compromisos sanitarios asumidos con los países compradores.
Equipo técnico INIA
ANA ARRUABARRENA
ANA BERTALMIO
JOSE BUENAHORA
DIEGO MAESO
DIEGO MAESO
ALVARO OTERO
ELENA PEREZ
LETICIA RUBIO
Equipo técnico externo
Antonio Vicent
Carmen Rossini
Eduardo Dellacasa
Elina Zefferino
Gabriela Asplanato
Jorge Franco
Lester Hernández
Natalia Besil
Rodney Colina
Vanesa Hochmaier
Instituciones participantes
Antonio De Souza e Hijos
Brometan S.R.L.
CAPUTTO
Guarino & Cía. S.A.
IIFT
INTA
IVIA
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca DGSA
Polo Agroalimentario Centro Universitario Paysandú
Susbin
UdelaR/ FAGRO
UdelaR/FQuím
UDELAR/Regional Norte