Uruguay se ha posicionado durante los últimos 40 años como un país proveedor de cítricos de calidad a importantes mercados, principalmente Europa y EEUU, potenciando el desarrollo económico y comercial en este rubro. Se destaca la madurez empresarial y la reputación comercial, así como el desarrollo de alianzas estratégicas entre empresas nacionales y/o internacionales, compradores y distribuidores. La citricultura uruguaya produce a contraestación y el destino de la producción se centra en el Hemisferio Norte, siendo un país reconocido por el cumplimento comercial y los altos estándares de calidad. El Plan Estratégico para la Citricultura, elaborado en el año 2010 con apoyo de FAO y diferentes instituciones nacionales, identificó las principales dificultades sectoriales que comprometen la oferta en cantidad y calidad de producto, así como las posibilidades de valorización en mercados internacionales. Entre ellas destacan problemas fito-sanitarios, variabilidad en el tipo de cambio, dificultades de acceso a determinados mercados y la dificultad de llegar en buenas condiciones a los mercados más distantes (Caputi y Montes, 2010). En este contexto desafiante se hacen necesarios los saltos tecnológicos y arreglos institucionales efectivos a modo de lograr una mayor eficiencia productiva, agresividad comercial y competitividad. Se planteó entonces el trabajo en conjunto en torno a 4 ejes temáticos: Inserción internacional, sustentabilidad social, programa de saneamiento e investigación y desarrollo (Caputi y Montes, 2010). Se creó la Mesa de Mercados Internacionales con el objetivo de abordar temas arancelarios, requisitos fitosanitarios, negociación con embajadas en diferentes mercados para coordinar esfuerzos entre empresas y el gobierno, diseñando estrategias de inserción internacional articuladas entre los distintos actores. El trabajo conjunto de las empresas uruguayas y los organismos estatales logró facilitar el ingreso de los cítricos uruguayos a EEUU en el año 2013, con una notoria revitalización del sector, dado la creciente demanda de este mercado y que los cítricos uruguayos pagan menos aranceles que en Europa (14-16% para mandarinas). Sin embargo, para cumplir con las exigencias de calidad y las variedades demandadas por este mercado es necesario trabajar en conjunto. En este contexto se reaviva el interés por la exportación a otros mercados como el asiático, un objetivo clave para potenciar la inserción internacional de los cítricos uruguayos. La incorporación de nuevos destinos lleva consigo el ajuste de nuevos protocolos de manejo pre y postcosecha de la fruta, siendo necesario cumplir con los requisitos establecidos en cada caso.