La actividad forestal en nuestro país ha crecido considerablemente en los últimos años hasta alcanzar un estimado de 700.000 hectáreas de eucaliptos y 300.000 hectáreas de pinos. Uno de los principales problemas sanitarios que enfrenta el sector pinero es la presencia en el país de escarabajos barrenadores de corteza (Coleoptera: Scolytinae) introducidos de Europa y Asia. La mayoría de las especies dependen de árboles debilitados o muertos, pero durante brotes epidémicos pueden también establecerse en árboles sanos generando no solo amarillamiento de acículas sino también muerte por anillamiento. Por otro lado, los escarabajos de corteza viven en estrecha asociación con hongos causantes de manchas y enfermedades en la madera, para los cuales constituyen el principal vector de propagación. Fueron detectadas hasta el momento tres especies de escolítidos asociados a pinos en nuestro país: Orthotomicus erosus Wollaston (Scolytinae: Ipsini), Cyrtogenius luteus (Blandford) (Scolytinae: Dryocoetini) e Hylurgus ligniperda (Fabricius) (Scolytinae: Hylastini). Actualmente las tres especies están distribuidas en todo el territorio nacional con altos niveles poblacionales, asociadas a desechos de explotación y plantaciones recién establecidas en sitios post-cosecha. Su comportamiento críptico, su capacidad de dispersión, su alta capacidad reproductiva, y consecuentemente, su habilidad para desarrollar explosiones poblacionales repentinas, han sido los puntos clave en el éxito de estas especies. El manejo actual de las plantaciones produce grandes volúmenes de material atrayente lo cual aumenta el riesgo de ataques de escarabajos de la corteza. Es necesario desarrollar estrategias de manejo silvicultural que involucren no solo medidas de mitigación, sino también medidas preventivas.
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria